Es ese sentimiento que notas cuando ves escapar tu vida hacia ninguna dirección
y luchas incansable por llevar el barco hacia un canal mejor,
pero las piedras del afluente no te dejan, mientras dañan tu casco
y caes en una frustración infinita más allá del sentido racional de la propia vida,
que te obliga a preguntarte el porque de tu existencia...
Y mientras esta pregunta crece vas surcando día tras día los canales
a los que te arrastra la corriente, sin ninguna razón, viendo como caen
las hojas a tu alrededor y echando de menos aquellos tiempos en los
que el sol iluminaba tu camino como ardiente destello.
Regalándote esa sonrisa que te ayudaba a remar.
- S.Anihilare
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